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La historia de Leo

Como rescato su voz



A los 8 años, Leo era un niño creativo, divertido… y muy callado. En la escuela rara vez levantaba la mano. En casa, prefería comunicarse con gestos. Su mamá, preocupada, lo describía como “un niño con muchas ideas… pero con miedo de decirlas en voz alta”.


Después de buscar varias opciones para ayudarlo a expresarse mejor, su familia encontró Voz.Genius. Al principio, Leo no quería entrar a clase. Se sentaba con los brazos cruzados y apenas murmuraba su nombre. Pero algo cambió en su primera sesión: escuchó a otros niños actuar, reír, jugar con sus voces, y algo dentro de él se encendió.


En las siguientes semanas, Leo empezó a hablar en los ejercicios, a imitar personajes, a cantar con los demás. Sus ojos brillaban cuando se ponía los audífonos en la cabina y escuchaba su voz en una grabación. Su confianza creció. Su voz también.


Al terminar su primer módulo, Leo protagonizó una escena de su caricatura favorita en la muestra final. Frente a su familia, su voz llenó la sala. Clara, fuerte, alegre. Su mamá lloró. Leo sonrió. Se había reencontrado con su voz.


Hoy, Leo no sólo participa en clase: sueña con ser actor de doblaje profesional. Y nosotros sabemos que lo logrará, porque ahora tiene las herramientas… y el valor de usar su voz.


En Voz Genius creemos que cada voz tiene un poder.



Y como Leo, muchos niños solo necesitan el espacio y el estímulo correcto para descubrirlo.


¿Conoces a alguien que necesita recuperar su voz?

👉 Escríbenos y acompáñalo en esta hermosa aventura.